2.10.10

Eras el consuelo de decepciones personales del pasado. Tu recuerdo me consoló durante meses, pensando que tan imposible como llegaste y te fuiste, volverías.

Ahora soy feliz, porque el no necesitarte me consolida. Ahora sé lo que es estar con alguien sin tener el alma en vilo.


¿Qué tendremos los Álvaros...?

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